Berro de agua: la hoja verde más potente del invierno
En los meses más fríos, cuando pareciera que las verduras se repiten en la verdulería, hay una joya que pasa desapercibida: el berro de agua. Una planta pequeña, de sabor intenso y ligeramente picante, que crece en zonas húmedas y que cada vez más chefs y cocineros conscientes están redescubriendo.
Propiedades nutricionales
El berro es un verdadero superalimento: bajo en calorías y extremadamente nutritivo. Contiene:
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Vitaminas: C, A y K, además de ácido fólico. 
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Minerales: calcio, hierro y potasio. 
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Antioxidantes: glucosinolatos y flavonoides, que protegen el sistema cardiovascular, fortalecen la visión y contribuyen a la salud ósea. 
Su contenido en hierro vegetal combinado con vitamina C lo convierte en un aliado para prevenir la anemia. Además, ayuda al buen funcionamiento del hígado, la digestión y puede equilibrar comidas más pesadas propias del invierno.
Qué es y cómo reconocerlo
El berro es una planta acuática, que suele crecer cerca de arroyos o acequias. Sus hojas son redondeadas, verdes oscuras, con tallos finos y sabor picante y fresco, similar a la rúcula pero más delicado. Su aroma y sabor aportan un toque especial para levantar cualquier preparación invernal.
Se puede encontrar en ferias orgánicas, mercados de productores o recolectarlo silvestremente (con precaución de que el agua no esté contaminada). También se puede cultivar en macetas con agua limpia y sombra; crece rápido en el ambiente correcto.
Limpieza y seguridad
Aunque provenga de cultivo controlado, siempre es recomendable lavarlo bien:
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Retirar tallos y hojas dañadas. 
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Enjuagar con abundante agua corriente. 
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Sumergir en un bowl con 1 parte de vinagre blanco por 3 partes de agua durante 10–15 minutos. 
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Enjuagar nuevamente. 
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Si es silvestre, un último enjuague con unas gotas de lavandina es una medida preventiva adicional. 
Esto asegura un alimento seguro sin perder sus nutrientes.
Cómo conservar y potenciar sus nutrientes
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Crudo: ideal para ensaladas, sándwiches, tostadas o como topping. Conserva intactas vitaminas y antioxidantes. 
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Salteado breve: con un toque de aceite de oliva y ajo, mantiene sabor y textura, evitando la pérdida de nutrientes. 
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En sopas o salsas: agregar al final de la cocción para conservar color y compuestos bioactivos. 
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Refrigeración: guardar en bolsa con cierre hermético en heladera, máximo 2-3 días. 
Ideas para usarlo en la cocina
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En ensaladas: con palta, huevos, lentejas, nueces o frutas como naranja. 
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En sándwiches o tostadas: reemplazando la lechuga, con hummus, queso de cabra o jamón crudo. 
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En pesto o salsas calientes: con nueces, ajo, aceite de oliva y un toque de queso rallado. 
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Como topping: para sopas, tartas o cremas, aporta frescura, contraste de sabor y textura. 
Disponibilidad y cosecha
El berro crece naturalmente en climas templados y fríos, por lo que su mejor época es invierno y principios de primavera. Es de estación, y su oferta suele ser más abundante en ferias y mercados locales durante estos meses.
En cuanto a seguridad: el berro silvestre no se fumiga, pero al crecer en agua hay que tener precaución frente a posibles contaminantes o parásitos. Siempre limpiar bien antes de consumir. El cultivado en huerta o maceta controlada suele ser completamente seguro, aunque la hoja es distinta que la del acuatico

