Lo singular de la ortiga

Lo singular de la ortiga

Capaz alguna vez escuchaste algo sobre la ortiga, probablemente una planta silvestre que es mejor evitar: pincha, es un yuyo o maleza, que invade sin invitación. Pero, como suele pasar en la naturaleza,  detrás de esta planta se encuentra un vegetal muy noble, nutritivo y versátil. No solo es comestible sino una aliada en la cocina del día a día, aliada de la cocina de aprovechamiento y sin desperdicio.

Pero, ¿qué es y porque pincha? ¿podemos comerla igual? 

La ortiga (urtica dioica) es una planta silvestre que crece en suelos ricos en nitrógeno, muy común en zonas húmedas y de sombra. sus hojas están cubiertas de pelitos urticantes que liberan una sustancia irritante al tacto. pero con un simple blanqueado (unos segundos en agua hirviendo), ese efecto desaparece por completo y se transforma en una hoja tierna, profunda y verde oscura, parecida a la espinaca, pero más carácter y sabor.

Pero que la hace tan especial? verdaderamente es una gran fuente de micronutrientes?

si, la ortiga es una bomba nutricional. rica en hierro calcio, magnesio y omega 3. Tiene un efecto antiinflamatorio y ayuda a resforzar el sistema inmune. Por lo general, se la puede encontrar dentro de infusiones o tés, ya que es conocida por su efecto depurativo, y por aliviar alergias y anemias.

Cómo recolectarla sin drama:

  1. usá guantes o una bolsa en las manos para protegerte del picor
  2. cortá los brotes tiernos y hojas jóvenes, preferentemente lejos de caminos muy transitados o fumigados
  3. llená una bolsa reutilizable y en casa lavalas bien

Una vez cosechada, usala fresca o secala para tenerla todo el año en forma de té, polvo o condimento

Cómo usarla en la cocina

Una vez blanqueada (unos 30 segundos en agua hirviendo y luego directo al agua fría), la ortiga ya no pica ni pincha y estara lista para usar

Recetas sin desperdicio:

– Pesto de ortiga: reemplazá la albahaca por ortiga blanqueada, usá nueces o semillas que tengas, un buen aceite y ralladura de cítrico. cremoso, verde intenso y diferente.

– Tortilla, frittata: salteala con cebolla, ajo y mezclala con huevo batido. ideal para usar hojas un poco más grandes.

– Croquetas, junto a una proteína como garbanzos, porotos o lentejas: mezclala con un poco de legumbres procesadas o harina de garbanzo, especias, y  cociná al horno.

– Sopas verdes, caldos, risottos, malfattis, currys: sumala al final de la cocción junto con otras hojas como espinaca, acelga o puerro.

– Infusión: con hojas secas, es un gran té remineralizante. Ideal para después del entrenamiento o como parte de una rutina detox suave.

Tips de aprovechamiento:

  • El agua del blanqueado no la tires: podés usarla como base para sopas, caldos o incluso para regar las plantas (una vez fría). está cargada de minerales
  • Los tallos duros podes secarlos y triturarlos para sumar a compost o usar como fertilizante natural
  • Secala en ramilletes colgados boca abajo, en un lugar aireado y sin sol directo. una vez seca, triturala y guardá el polvo en un frasco de vidrio. este polvo es clave para agregar donde creas necesario: crackers para un toque más nutritivo, en una masa o en un caldo