Lo singular de pollos y huevos pastoriles

Lo singular de pollos y huevos pastoriles

Lo singular de pollos y huevos pastoriles

 

Cuestionar tu alimento, de dónde viene, cómo se cultiva y quienes lo hacen, es una forma de elegir como te queres alimentar y tomar verdadera conciencia. 

Interesada y curiosa por saber más, hace unos años empecé a visitar criadores de pollos pastoriles, algunos no nos quisieron recibir, seguramente porque no estaban ni en regla y muy probablemente porque contaban una cosa y hacen otra. 

Pero otros nos abrieron las puertas, nos dedicaron horas de su dia y gracias a ellos entendimos que incluir productos animales en nuestra dieta, no está mal si viene de la mano de una crianza respetuosa, del agradecimiento por su vida, de volver a lo natural, a cómo se alimentaban nuestros ancestros y de creer firmemente de que el cambio está en las personas y no en los procesos intensivos. Gracias Coeco, Cocorokeen y La Encimera por recibirnos con tanto cariño y enseñarnos todo lo que queríamos saber.

 

Crías pastoriles versus intensivas 

En las crías intensivas, los animales sufren maltratos: hacinamiento, enfermedades como resultado, ceguera, aceleramiento de su crecimiento que termina muchas veces en trastornos musculoesqueléticos,  problemas cardíacos, limitado acceso a la luz solar y al aire fresco, y ni hablar del uso de antibióticos y sustancias químicas para prevenir enfermedades de este tipo de cría. 

 

Las crías pastoriles priorizan la vida del animal, respetan su salud, la acompañan protegiendolos de noche de los depredadores y van moviendo sus parcelas para que siempre tengan alimento natural. 

Esto es un trabajo que lleva tiempo y dinero pero es como debería ser. Los pollos pastoriles son más caros por peso, pero rinden el doble.  En casa con un pollo de 3 kg, comemos 5, 1 comida donde el pollo es protagonista, otra donde es secundario y la última se convierte en un relleno. Las aves de corral criadas en sistemas pastoriles no necesitan antibióticos, en la mayoría de los casos. Si hay un pollo enfermo, se trata ese lote con su veterinario. La carne de pollo pastoril tiene niveles más bajos de grasas saturadas en comparación con la carne de pollo convencional. La cría de estos pollos se asocia con granjas locales y pequeñas empresas, lo que contribuye a fortalecer la economía local. Además, tienen un menor impacto ambiental en términos de contaminación del agua y del suelo. La rotación de pasturas utilizada en sistemas pastoriles promueve la biodiversidad y la salud del suelo, contribuyendo a prácticas agrícolas más sostenibles. La carne de pollo pastoril es más abundante, densa y mas rendidora a la hora de saciar, además tiene un sabor asociado mas a la naturaleza que a la comida balanceada. Es importante destacar que la calidad de los pollos pastoriles puede variar según las prácticas específicas de crianza. 

 

Estos son productores pastoriles y cooperativas que están haciendo un gran trabajo

  • La Encimera (pollos y huevos)
  • Cocorokeen (pollos y huevos)
  • Coeco (pollos y huevos)
  • La Clueca (huevos)