Lo singular del pomelo y los cítricos
En línea de lo que venimos hablando semana a semana; la importancia de consumir un alimento entero, sin desperdiciar (nutrientes ni sabor), hoy hablamos del pomelo. En este caso, aunque la cáscara no se pueda comer directamente, hay muchísimas formas en la que la podemos aprovechar.
Como les he contado, en las pieles se concentran los sabores de los cítricos, y a veces, la forma más fácil de utilizarla es rallarlas para usar en un condimento, para terminar platos o llevarlas enteras a ebullición y hacer una infusión. Si queremos probar algo nuevo, siempre podemos secarlas al sol, o en un horno deshidratador (70º como máximo, durante 1 hora) y procesandolas, obtenemos polvos, llenos de nutrientes y sabor. Arriba de una tostada a la mañana, en un bowl de yogur, para terminar platos salados como risottos o pescados, los polvos te abren puertas nuevas.
Los cítricos, son las frutas más consumidas mundialmente. Esto se debe a que están disponibles todo el año, son fáciles de comer y son reconocidos al igual que recomendados por su aporte de antioxidantes, vitamina A y C.
Hoy en día, lo más común es verlos en jugos, donde gran cantidad de la pulpa se extrae y por ende, su fibra. Siempre remarco la importancia de asegurarnos de comer fibra, no solo para una buena salud intestinal, sino para regular la absorción de hidratos de carbono, como en este caso, los azúcares de la fruta.
El pomelo en especial, es muy bajo en azúcares y calorías. Rico en flavonoides y licopeno, fuertes antioxidantes que protegen contra el daño celular. Les propongo incorporarlo en una ensalada de hinojo y cítricos, o convertir su cáscara en el más rico dulce confitando las cascaritas de cítricos, ideales para acompañar el té o café.