Lo singular de las raíces invernales
Cuando bajan las temperaturas y se acortan los días, la tierra nos regala uno de sus mejores secretos, las raíces. Papines, zanahorias, remolachas, nabos, chirivías, batatas… todas esas verduras que crecen abajo de la tierra y que muchas veces pasamos por alto, pero que en invierno se convierten en las protagonistas de la cocina de temporada.
¿Cuáles son las raíces invernales más comunes?
– Zanahoria: clásica, versátil. Se puede comer cruda, asada, en sopas o purés. Fuente de vitamina A y fibra.
– Remolacha: su color intenso lo dice todo. llena de antioxidantes, dulce, terrosa y con mucha personalidad. Ideal para hornear, rallar cruda o hacer hummus distinto.
– Batata: reconfortante, dulce natural. Carbohidratos complejos y una fuente muy importante de vitamina A. Al horno, en tortas, brownies,guisos…
– Nabo: más picante en crudo, pero suave y mantecoso al cocinarse. Se puede cocinar al vapor, o al horno, y va muy bien en pures, sopas, combinado con otras raices o vegetales como la papa, el puerro, el topinambur..
– Chirivía (parecida a la zanahoria, pero blanca y más dulce): aún poco conocida acá, pero ideal para sopas y purés.
– Rabanito: más veraniego, pero también aparece en invierno. Crudo aporta frescura, cocido es más suave. para terminar y dar un toque picante en ensaladas tibias de invierno, con una hoja como el kale o espinaca.
– Topinambur o alcachofa de Jerusalén: rústico, con sabor entre papa y alcaucil. Ideal para probar algo nuevo. La mejor manera de prepararlo es al horno o al vapor y convertirlo en pure, dentro de una sopa o asado como acompañamiento de una proteina. Alto en hierro para una raiz, y contiene una fibra muy interesante, la inulina, un tipo de fibra soluble que actúa como prebiótico y ayuda a regular el azúcar en sangre.
¿Cómo se cocinan?
La clave es el calor: al horno, al vapor, salteadas o en sopas.
Hornealas con cáscara, cortadas grandes, con oliva, sal y especias. Quedan dulces y caramelizadas.
En sopas o cremas con caldo casero, puerro y un toque de especias como comino o curry.
En purés rústicos, combinando varias raíces (zanahoria + nabo + batata)
En ensaladas tibias, con hojas verdes, nueces y un elemento ácido que contraste.
Te dejo algunas recetas y esta semana, llega a tu telefono si sos miembro Dicolaver, dos recetas con raices nuevas: rabanitos en pickles y torta potente de jengibre y cúrcuma.
Ravioles de remolacha con relleno de diente de león
Medallón de hojas de remolachas
Tips sin desperdicio
- Usá las hojas si vienen con verde: las hojas de zanahoria sirven para pesto, las de remolacha para salteados, las de rabanitos, para un polvo alto en nutrientes o ara salteados rapidos.
- No peles si no hace falta: lavalas bien y usá con piel para aprovechar más fibra y nutrientes. si es necesario pelarlas, las cascaras se deshidratan en le horno y se muelen para convertirse en polvo (como base para tus sopas).
- Guardalas en lugar fresco y seco, lejos de la humedad.
- Si se te pasan, úsalas igual en caldos o cremas. Si por ejemplo, la papa está verde o demasiado blanda, ya esta demasiado pasada y debería ir al compost. si tienen brotes pequeños, pueden cortarse y cocinarse igual. pero si los brotes son muy grandes, ya no se debería utilizar. Tampoco debería haber olor extraño. En esos casos, donde dudes de su seguridad, al compost.