Lo singular del apio
Muchas veces nos quedamos con la idea de saborizar solamente con especias y aromáticas. A pesar de que esta forma es súper válida, hay vegetales que, además de ser usados como ingredientes principales en varias preparaciones, sus hojas y tallos cumplen, también, esa función de aromatizar. Uno de los ejemplos, es el apio.
Esta hortaliza, no sólo es hidratante por su alto contigo de agua (95%) sino también por la presencia de potasio y sodio, electrolitos vitales, que hacen de este vegetal el ideal para preparar bebidas isotónicas y mineralizantes (para después de entrenar, cuando haya un desgaste físico). Se lo asocia a dietas para pérdida de peso, ya que contiene muy pocas calorías y es un diurético natural , (gracias a su aceite esencial, el apiol) contribuyendo a la digestión e hinchazón.
El apio se utiliza en su totalidad: hojas, tallos y frutos. Los tallos van al caldo de verduras, aportándole un exquisito sabor. Las hojas se pueden agregar a las ensaladas, especialmente si contienen papas o pescado; se pueden picar y agregar a las marinadas de carne, junto con ajo y otras hierbas o agregarlo a las sopas, o en caso de que no vayan a usarse inmediatamente, se pueden congelar y guardar para un futuro concentrado de caldo.
A pesar de que la mayoría de la gente lo piensa como un ingrediente secundario, al agregarlo en una ensalada, como su toque crujiente (ver Ensalada de apio, uvas y sobras de pollo ) o como esencia aromática a una olla de sopa, su sabor audaz lo convierte, casi sin saberlo, en la estrella del plato.
sal de apio: El polvo o sal de apio es uno de los mejores sazonadores que encontré en mi cocina. Es saludable, bajo en calorías, sustentable y fácil de cultivar en tu casa, sea en huerta o en maceta.
¿Cómo la podés usar? En la diaria como reemplazo de la sal, pero solo como sazón para terminar tus platos. Se puede usar para condimentar caldos, carnes, terminar arroces, como toque final para tus ensaladas, para reemplazar la sal o para disminuir su consumo. También, para saborizar salsas frías o sopas crudas, como la sopa de pepinos o de tomate fría y ni te digo para un clásico Bloody Mary aunque no lo creas, en ensaladas, se destaca. no solo le da frescura, sino un toque crujiente y apenas salado. personalmente, me gusta incluirlo en una ensalada de garbanzos, o en una ensalada de hinojos y naranja